ste viernes, la Guardia Civil detenía a 17 personas, entre ellas un menor de edad, e intervenido 217 gallos de pelea, valorados en más de 100.000 euros, en el marco de la Operación ‘Pugnator’ desarollada en Cantabria, Asturias y Vizcaya.
Los detenidos son miembros de un entramado que organizaba peleas de gallos ilegales como negocio. Desde el pasado abril, la Guardia Civil de Cantabria ha investigando esta red, que organizaba estas reuniones en distintas fincas de Cantabria, Asturias y Vizcaya.
Se recibió una denuncia por un robo de gallos en Vizcaya, hecho que dio pie a los agentes para ir descubriendo la red ilegal que actuaba en las tres provincias.
Se localizaron tres posibles lugares donde se practicaban las peleas y comprobaron que un mismo grupo de personas solía acudir habitualmente, acompañado de menores de edad. Los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia y localizaron cinco gallos muertos. La Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria practicó las necropsias y determinó que la muerte de los animales se debió a su participación en peleas.
Con suficientes sospechas, un equipo de guardias civiles entró en una casa en Santiago de Cartes (Cantabria) el pasado 10 de julio, donde encontraros 7 gallos muy heridos y otros cuatro en mejores condiciones. . Fuera de la casa encontraron un reñidero donde estaba teniendo lugar una pelea de gallos que estaban ensangrentados.
Durante ese registro, la Guardia Civil detuvo a 11 personas, todas varones, uno de los cuales tiene 16 años de edad. Varios de ellos intentaron escapar pero fueron capturados en los alrededores de la finca.
Los 11 gallos eran una pequeña parte del conjunto de 200 aves que el grupo tenía en posesión para la realización de peleas ilegales. En los días posteriores al primer registro, la Guardia Civil detuvo a otros seis implicados en la red y recuperó otros 27 gallos.
