Una treintena de vigilantes de seguridad de la empresa Alcor se concentraron hoy ante los juzgados para protestar porque el dueño se descolgó unilateralmente del convenio nacional y les rebajó el salario en 300 euros a cada empleado con un convenio propio un 30por ciento inferior al estatal. El que más cobra gana 1.000 euros, dicen.
Alcor presta servicio de vigilancia en los juzgados de Vigo y Tui, y en la Cidade da Cultura, en Santiago de Compostela.
Un portavoz de FES-UGT de Vigo, Chus Álvarez, dijo que la rebaja de costes salariales hace más competitiva la empresa de forma que logra contratos públicos y pidió a la Administración que controle estas prácticas. Temen que la tendencia sea que el sueldo caiga al mínimo ínterprofesional.