Agentes de la Policía Nacional han detenido a cinco personas en la Comunidad Valenciana por ofrecer 40.000€ a inmigrantes sin recursos para que se prestaran a un transplante de hígado. Un acaudalado ciudadano libanés necesitado de un transplante viajó a España para intentar, sin éxito, que se le realizara la operación con donantes supuestamente voluntarios captados en nuestro país. Ayudado de otros cuatro individuos, llegó a realizar la oferta a nueve personas y costeó las pruebas y análisis médicos previos para comprobar la idoneidad de los candidatos. El transplante ilícito no se llegó a realizar, gracias a los controles del Modelo Español, que impiden la compra venta de órganos en nuestro país, y una legislación pionera en el mundo que penaliza con hasta 12 años de cárcel el tráfico de órganos y el turismo de trasplantes. El director de la Policía, Ignacio Cosidó, ha destacado «el especial compromiso de la Policía Nacional para luchar, en colaboración con las autoridades sanitarias, contra el turismo sanitario y el tráfico de órganos en nuestro país».
La denuncia de la responsable de una ONG de ayuda a inmigrantes dio inicio a las investigaciones. Informaba a la Policía de que una mujer le había confesado que un amigo de su esposo le ofreció una gran cantidad de dinero por la donación de uno de sus órganos. Esta mujer, una ciudadana argelina de 28 años y en situación irregular en España, incluso se realizó pruebas en una clínica de Valencia, aunque finalmente fue descartada como potencial vendedora del órgano por encontrarse embarazada.
Nueve candidatos y 12.000€ de pruebas médicas
Los investigadores descubrieron que la mujer había sido conducida a la clínica por dos ciudadanos de origen palestino y libanés que habrían costeado las pruebas clínicas. De hecho estos individuos habrían acompañado en otras ocasiones a ocho personas más, siete de ellas inmigrantes irregulares sin ingresos, a practicarse los exámenes médicos. Estas pruebas incluían, además de análisis, algunas muy específicas como resonancias abdominales, TAC abdominales o volumetrías hepáticas, comprobación sólo indicada para pacientes con cáncer hepático o para el trasplante de hígado. El importe de todas las pruebas, un total de 12.000€, fue facturado a una empresa radicada en Alicante.
La oferta que se había realizado a las nueve personas examinadas consistía en la donación de una porción de hígado a un influyente ciudadano libanés a cambio de 40.000€. Algunos de los candidatos fueron rechazados a raíz de los análisis médicos, pero al menos uno de ellos aceptó la oferta y fue considerado idóneo. El receptor libanés llegó a personarse con este «donante» de origen rumano en un hospital de Barcelona para que se practicara el transplante, pero fue rechazado por el coordinador de trasplantes del hospital al no tener la garantía de que el ciudadano rumano fuera familia ni allegado al receptor y carecer de pruebas que acreditaran el carácter altruista de la donación.
Primer caso en España
Finalmente, el receptor libanés fue trasplantado en un hospital español, que practicó la intervención tras comprobar que, esta vez sí, el donante de vivo era su propio hijo. Tras la operación abandonó España, pero ha sido detenido en el aeropuerto de Manises, a su vuelta a nuestro país para revisión médica. Posteriormente, han sido arrestadas cuatro personas más, los dos ciudadanos que actuaron de intermediarios y que acompañaron a los candidatos a donante a las clínicas y a los propietarios de la empresa a la que se facturaron las pruebas médicas.
Los investigadores consideran éste como el primer caso en España sobre captación de presuntos «donantes» pagados para trasplante o sobre cualquier materia de tráfico de órganos humanos. El intento de comprar un órgano para trasplante y la realización de pruebas médicas a presuntos donantes potenciales con este fin es un delito en nuestro país, incluso en el caso de que el trasplante no haya llegado a realizarse
El «Spanish Model», líder mundial en donaciones
El Modelo Español –denominado internacionalmente Spanish Model- aglutina el conjunto de medidas adoptadas en nuestro país para mejorar la donación de órganos. En las donaciones de vivo (que en el caso del trasplante hepático consisten en una pequeña parte de este órgano) la ONT tiene un protocolo muy estricto, con diferentes controles médicos y judiciales para garantizar que la donación se efectúa de forma totalmente voluntaria y sin ningún tipo de condicionante económico, social o psicológico.
El donante tiene que ser mayor de edad, estar en plenas facultades físicas y mentales y acreditar parentesco o relación emocional con el receptor del trasplante, condiciones que en un primer filtro, el equipo médico del hospital tiene que evaluar y certificar. En una segunda fase, el Comité de Ética del hospital tiene que aprobar la donación. Y por último, el donante debe ratificar ante un juez su voluntad de donar sin condicionante alguno, en presencia del médico que va a efectuar la extracción, el coordinador hospitalario de trasplantes y el médico que ha certificado su estado de salud física y mental.
España es líder mundial de donación y trasplantes desde hace 22 años. Tiene una tasa de 35,1 donantes por millón de personas, que prácticamente duplica la media de la Unión Europea y supera en 8 puntos la media de Estados Unidos. Para el director de la ONT, Rafael Matesanz, esta operación «refuerza la firmeza del modelo» y constituye «una prueba más de la eficacia del sistema español de trasplantes,» que se asienta en principios éticos y legales irrenunciables como el altruismo y la voluntariedad de todas las donaciones de órganos procedentes tanto de personas vivas como fallecidas. «Frente al tráfico de órganos y turismo de trasplantes, tolerancia cero», ha subrayado Matesanz.
La Organización Nacional de Trasplantes ha prestado una total colaboración y asesoramiento a los investigadores de la UDEV de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Valencia que ha realizado la investigación.