Tractores, sembradoras, arados, ordeñadoras a motor, maquinaria agrícola variada, remolques y hasta unas valla del Ayuntamiento de Sevilla. Esto era parte del botín que un ladrón de fincas guardaba en una parcela de una urbanización de Carmona. La Guardia Civil detuvo al presunto autor de los robos el pasado 21 de mayo y recuperó casi una treintena de efectos, todos ellos sustraídos en los últimos meses en distintas explotaciones agrícolas y ganaderas de la provincia de Sevilla. La operación, denominada Kubota por la marca de uno de los tractores robados, continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones. La investigación la ha desarrollado el equipo Roca de Carmona. Los equipos Roca son las unidades especiales de la Guardia Civil que el Ministerio del Interior creó en septiembre del año pasado para reforzar la vigilancia y luchar contra los robos en el campo, que habían crecido enormemente en los últimos años de la mano de la crisis económica. La provincia de Sevilla era, hasta la creación de los Roca, la segunda en número de robos en el campo de toda España. La Campiña, desde Carmona y los Alcores hasta Écija, es una de las zonas más calientes en este tipo de delitos. En Sevilla el instituto armado dispone actualmente de seis equipos Roca.
El de Carmona recibió una denuncia por el robo de un tractor el pasado mes de enero. Los agentes cruzaron datos de denuncias similares e iniciaron una investigación que condujo, semanas después, hasta un sospechoso. Se trataba de un vecino de El Viso del Alcor, identificado como J. J. C. J, que tenía una parcela en una urbanización de Carmona. En toda esta zona había desaparecido bastante maquinaria y material agrícola en un corto espacio de tiempo y los agentes dieron con un pastor que vio movimiento de un tractor por un camino a las once y media de la noche, en las inmediaciones de la parcela del sospechoso.
La Guardia Civil hizo gestiones con agricultores conocedores del posible destino del material sustraído, ya que había máquinas muy especializadas que sólo podrían ser vendidas en un círculo muy cerrado. Los agentes cruzaron datos de denuncias de delitos similares en toda la provincia y llegaron hasta el vecino de El Viso. En el registro de la finca se hallaron casi una treintena de objetos robados en distintas explotaciones agrícolas y ganaderas, no sólo de las comarcas de la Campiña y los Alcores, sino de toda la provincia. Por el momento, el equipo Roca de Carmona ha esclarecido ya una decena de robos, si bien este número podría ascender en las próximas semanas a medida que avance la investigación, ya que el sospechoso, antes de ser detenido, pudo haberse desprendido de material robado.
El listado de efectos recuperados es amplio: una empacadora, dos tractores, un remolque de dos ejes, un generador de 13 CV, un motor ordeñador con cuatro juegos de pezoneras, electroválvulas de riego, una cortacésped, un silenciador motor, una abonadora, una desbrozadora, un limpiapiscinas barrefondo, una motosierra, una ordeñadora portátil, una puerta de acceso metálica, un tanque de refrigeración para sistemas de ordeño de 450 litros, una cuba o pipa fumigadora, una trituradora de grano, ocho vallas metálicas pertenecientes al Ayuntamiento de Sevilla y una desbrozadora de hilo. Además, permanecen intervenidos en la finca registrada una sembradora, un tejado desmontado, tres arados (uno de ocho discos, otro de cuatro y un tercero de cinco uñas), y una aporcadora de tres uñas.
El valor de lo recuperado supera los 50.000 euros. En la mayoría de los robos en el campo, es mucho mayor el perjuicio que se causa a los agricultores y ganaderos por los daños en las instalaciones que por el valor de lo robado. Por ejemplo, si a un ganadero que ordeña a diario el ganado le roban una máquina ordeñadora y no puede instalar otra hasta un par de días después, pierde el género y, además, incumple el contrato que tiene firmado con la empresa que le compre la leche a diario, lo que le supone unos costes mucho mayores que el valor de la máquina en sí.
Igual ocurre con los robos de cobre, también muy comunes. Suelen sustraerse instalaciones eléctricas antiguas, que apenas tienen valor salvo el que obtenga el ladrón por el cobre pelado, pero sin embargo el agricultor se ve obligado a colocar una instalación moderna, acorde con la normativa actual, que es mucho más exigente, y por tanto con más costes. Entre las víctimas de estos robos hay verdaderos dramas, con personas que han tenido que hipotecarse para comprar una empacadora de segunda mano.
Uno de los principales problemas con los que se enfrentan los equipos Roca en su trabajo diario es que no siempre se denuncian los robos, ni tampoco hay manera de identificar con total certeza que un objeto sustraído es propiedad de quien dice ser su dueño. Por eso, los agentes recomiendan que se denuncien siempre las sustracciones y también que les hagan fotos a los números de serie de sus herramientas, vehículos y máquinas. Es bueno, además, que se le hagan ciertas marcas que puedan ayudar a reconocer los efectos. Es decir, si a un tractor se le hace una señal con pintura de color en el motor, podrá acreditarse de manera mucho más rápida la propiedad del mismo en caso de robo.
También es importante añadir números seriales, que puedan ser introducios posteriormente por los investigadores en una base de datos, compartida por todos los agentes de la Guardia Civil de España, ya que los objetos sustraídos suelen revenderse en provincias distintas a las que se cometieron los robos. A la hora de denunciar la sustracción, si se incluye una fotografía de esa marca o número de serie, es mucho más fácil recuperar lo robado cruzando datos con los de otras comandancias.
En la operación Kubota han colaborado con la Guardia Civil la Policía Local y el Ayuntamiento de Carmona, tanto en la aprehensión del material recuperado como en el traslado del mismo.