La diputada autonómica socialista Beatriz Sestayo acudió a la manifestación contra los recortes celebrada ayer por la mañana en Ferrol. Antes de iniciar la marcha, en la plaza de España, eludió manifestarse acerca de la denuncia que presentó un guarda de seguridad del Parlamento contra ella por un presunto intento de atropello. «Cuando termine todo hablaré», se limitó a declarar.
«Ya dije el primer día que todo era falso, como se está demostrando», agregó. Eludió opinar más sobre este asunto y pronosticó que, en pocos días, ya podrá hacerlo. El altercado que derivó en la denuncia se produjo el 29 de octubre, cuando la diputada intentó acceder con su vehículo al aparcamiento subterráneo del Parlamento. El vigilante le impidió la entrada, cumpliendo instrucciones, al tiempo que le recordaba que tenía un coche estacionado en el interior desde hacía siete meses.
Sestayo reconoció que el turismo al que se refería el guarda pertenece a su hija. Entonces fue cuando, presuntamente, habría dado «pequeños acelerones» al automóvil que conducía, intimidando al guarda, hasta que abandonó el vehículo, que quedó bloqueando la entrada durante media hora.
El pasado miércoles, el abogado de la diputada solicitó al juez más tiempo para estudiar los hechos descritos en el atestado e intentar llegar a un arreglo con el guarda, con el propósito de evitar que se abra una causa judicial. De ahí que se aplazara la ratificación de la denuncia.
