Se trataba de simular un ataque de arma blanca a agentes municipales y vaya si se simuló: hasta el punto de que dos agentes terminaron heridos en una clínica de Asepeyo, uno de ellos con cortes severos en dos dedos y con trece puntos de sutura, tras venirse arriba uno de los instructores y realizar las prácticas no con un arma simulada, sino con otra real, dramáticamente real.
Para rematar la historia, los dos heridos tuvieron que ser trasladados al centro hospitalario en el coche particular de un compañero, ante la ausencia de botiquín e incluso de ambulancia en el lugar en que se realizaba la práctica: el Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE), en el que se forman habitualmente policías, bomberos, agentes de Movilidad y miembros del Samur.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 7 de mayo, según informaron diversas fuentes a este diario y confirmó el Colectivo de Emergencias de Madrid (CEM), una central sindical integrada por trabajadores dedicados a las emergencias, que abundó en la queja:«No se ha establecido un protocolo de asistencia medicalizada urgente, pese a ser de obligado cumplimiento, en las prácticas».
Tácticas militares para policías municipales
El instructor en cuestión forma parte de un grupo de «cuatro profesores que suelen utilizar tácticas de defensa extremas, casi militares, poco adecuadas para el uso de la fuerza que tiene que realizar un policía municipal, que más que usar la violencia tiene que evitar su uso por parte de un hipotético agresor en cualquier situación», según deslizó a este diario una fuente del propio CIFSE.
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El Ayuntamiento ha abierto un procedimiento en Asuntos Internos contra el instructor rambo en el que lo más probable es que sea sancionado por introducir armas prohibidas en las instalaciones del CIFSE, según confirmaron fuentes municipales a este diario.
El curso se denominaba Operativo de Intervención Policial, y se realizó en horario de tarde, según ha podido saber este diario. Todo sucedió en la galería de tiro número 2, en el complejo del CIFSE. El instructor, o bien ignorando el uso de arma simulada, o bien por la falta del material adecuado para el entrenamiento, decidió utilizar un cuchillo real, con filo de verdad, colocándole alrededor un vendaje de cinta adhesiva para, según fuentes presentes en la propia práctica, tratar de atenuar su peligrosidad.
Sin gran éxito: comienza el ejercicio y uno de los agentes es herido en una mano, con un corte en apariencia leve. A renglón seguido, otro se lleva un gran corte en la mano derecha, éste ya de más gravedad. Algunos testigos presenciales no se explican cómo el instructor no detiene la práctica tras el primer herido, y sigue usando un cuchillo real, pero así sucede.
Sin medios para el traslado
El propio responsable del CIFSE manifiesta a CEM, según este sindicato, que el centro carecía de medios para asistir e incluso trasladar a los heridos al hospital, lo que obliga a dos instructores de tiro que allí se encontraban a llevarse a los heridos a la clínica Asepeyo más cercana en su vehículo particular. En concreto, los policías fueron atendidos en el hospital de la Mutua Asepeyo sito en el municipio de Coslada, distante apenas unos kilómetros del lugar en que se producen las lesiones. El diagnóstico en el hospital es de lesiones, en el caso del agente más afectado, en los dedos tercero y cuarto de la mano derecha, apreciándose «daño capsular», con afectación parcial del tendón extensor superficial, y 13 puntos.
Fuentes municipales detallaron que fueron miembros del Samur que reciben formación en el CIFSE quienes atendieron a las víctimas de sus heridas en un primer momento. También aseguraron que los propios responsables del CIFSEhan abierto una investigación para aclarar todos los extremos de lo ocurrido.
Fuente: http://www.elmundo.es/madrid/2015/05/13/55525338ca4741400e8b4570.html