Los hechos se produjeron de madrugada cuando varios coches de Policía y Guardia Civil iniciaron una persecución por una de las zonas de ocio nocturno más frecuentadas.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron once vehículos policiales, entre Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local, los tres con un mismo objetivo: parar al conductor de un vehículo rojo del que habían recibido, según confirmó la propia Guardia Civil, un aviso de fuga.
Además, los agentes desplazados declararon que no se podía conocer aun el motivo de la persecución y la razón de detención de la persona implicada. Asimismo, sí pudieron confirmar que uno de los vehículos de la Guardia Civil fue dañado durante la persecución por el coche en cuestión.