Golpear la venta de drogas es una misión primordial para la Policía Nacional. En el barrio de Varea, el último objetivo ha sido una operación clave conocida como ‘Operación Maya’. Esta intervención ha permitido detener a ocho individuos, dar un golpe a la venta de drogas y poner fin a un flujo peligroso de cocaína y heroína.
Los detenidos en este golpe a la venta de drogas son seis mujeres y dos hombres. Todos ellos, con edades que oscilan entre los 21 y 58 años, son sospechosos de un delito grave contra la salud pública. Forman una familia con un historial delictivo extenso y son todos de nacionalidad española.
En la ‘Operación Maya’, la policía desmanteló dos lugares de venta de drogas, situados en las residencias de la familia. Durante el operativo se incautaron de más de 14.000 euros en efectivo y de una cantidad de drogas aún por determinar. Asimismo, se encontraron con una serie de objetos inquietantes, como balanzas, herramientas para la preparación y embalaje de drogas, una carabina, armas blancas y teléfonos.
Tácticas de evasión y colaboración: el desafío de la investigación
Sin duda, esta investigación se ha complicado por las medidas de seguridad tomadas por los implicados. Todos miembros del mismo clan familiar, habían desarrollado una estrategia de vigilancia y comunicación para evitar ser atrapados con las drogas. Los puntos de venta estaban controlados por la familia, y se alertaban unos a otros a la menor sospecha de peligro. Este nivel de precaución llevó a la policía a desplegar una gran cantidad de recursos para poder identificar a todos los integrantes.
Entre las tácticas de seguridad utilizadas, se encontró una cámara de seguridad en una de las viviendas, instalada en la puerta principal. Este sistema no solo facilitaba la venta de drogas, sino que también permitía deshacerse rápidamente de las sustancias si se presentaba la policía.
Vecinos alertas y cooperación policial para el golpe a la venta de drogas
Los vecinos de Varea, cansados de la situación, fueron los que alertaron a la Policía. Después de meses de investigación, se pudo confirmar que los domicilios eran usados como puntos de venta de cocaína y heroína. La operación contó también con la colaboración de la Policía Local de Logroño, que confirmó el constante flujo de consumidores hacia y desde las viviendas.
Este golpe a la venta de drogas, la ‘Operación Maya’, es parte del Plan Director para la convivencia y mejora de la seguridad escolar. Ambos domicilios estaban cerca de una escuela y un polideportivo, y la droga incautada iba a ser vendida en las próximas fiestas de San Bernabé. Sin duda, este es un paso crucial para proteger a la comunidad y combatir el tráfico de drogas.
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