El Gobierno de Navarra estudia la posibilidad de que la Policía Nacional y la Guardia Civil abandonen sus funciones en la medida que la Policía Foral desarrolle competencias exclusivas, es decir, la expulsión de ambos cuerpos de las calles de la región.
Uxue Barkos le declaró la guerra a la Policía y a la Benemérita desde su llegada al Gobierno navarro -en julio de 2015-. Lo hizo poniendo al frente de la Consejería de Interior a María José Beaumont Aristu, abogada de EH Bildu. Hasta ese momento, la relación entre ambos cuerpos policiales -nacional y autonómico- había sido de máxima colaboración. Sin embargo, esta situación cambió radicalmente después de que Beaumont anunciara la intención del Gobierno regional de reducir las unidades de los dos cuerpos en favor de la Policía Foral.
El acoso y derribo hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no cesa y este miércoles el Ejecutivo navarro ha dado un paso más. En la Sesión de Gobierno -versión foral del Consejo de Ministros- se ha presentado el Plan Director de la Policía Foral 2016-2020, en el que se prevén como posibles escenarios para este Cuerpo la coexistencia, la complementariedad o la exclusividad. Esta propuesta se someterá ahora -y durante un mes- a la exposición pública, para posteriormente ser debatido y votado en el Parlamento de Navarra.
‘Consolidar el despliegue territorial del Cuerpo’
Se trata de «un documento técnico» que centra su estrategia en tres elementos claves: las personas que componen la institución, su propia forma de organización y el modelo policial en el que ejercen sus funciones, ha dicho Beaumont en conferencia de prensa.
El Plan incluye cuatro ejes, 31 objetivos estratégicos y 81 operativos para, a partir de un diagnóstico de la situación y el contexto actual, definir tres escenarios posibles. Basado en el acuerdo programático del cuatripartito que sustenta al Gobierno -fuerzas que aprobaron dejar sin competencias a Policía y Guardia Civil-, tendría como objetivo principal “consolidar el despliegue territorial del Cuerpo”.
Para ello, en el ámbito de las personas establece como prioridad “alcanzar el compromiso y la cohesión interna para vertebrar la organización”, y en relación con esta apuesta por implantar un modelo «innovador y flexible orientado hacia una gestión eficiente». Por último, en torno al modelo policial, el Plan apuesta «por el desarrollo de un sistema de seguridad próximo y proactivo sustentado en la inteligencia«.
Coexistencia, complementariedad o exclusividad
Plantea tres escenarios de evolución para la Policía Foral hasta 2020 en función del modelo que finalmente se elija, una decisión en la que Beaumont ha adelantado que se escuchará al Parlamento de Navarra y también la disposición del Estado a traspasar competencias.
El primero de los escenarios posibles es el de coexistencia. Este posibilitaría, aseguran, “atender el relevo generacional y cubrir el déficit estructural”, para lo que sería necesario pasar de los 1.060 efectivos actuales a 1.215 con un coste añadido de 18,7 millones de euros en cuatro años.
El escenario intermedio, denominado de complementariedad, permitiría asumir las competencias de Medio Ambiente y Tráfico y Seguridad Vial. Requeriría 1.330 efectivos y 35,4 millones de inversión.
El tercer escenario es calificado por Beaumont como “el más ambicioso y el más coherente con el acuerdo programático del cuatripartito”. Conllevaría asumir en exclusividad todas las competencias de Tráfico y Seguridad Vial, Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente, y para ello serían necesarios entre 1.510 y 2.000 efectivos y un gasto añadido en cuatro años de 62,3 millones de euros.
Caber recordar que Beaumont fue fundadora de la coordinadora Itoiz -que, al igual que ETA, buscaba impedir la construcción de una presa en Itoiz-, además de haber estado vinculada a movimientos ecologistas y haber defendido a violentos proetarras que sabotearon las obras del embalse.
Fuente: http://gaceta.es/noticias/navarra-estudia-competencias-policia-guardia-civil-26042017-2007