Esta semana ha nacido en España una asociación integrada por miembros de la Guardia Civil y la Policía Nacional sensibilizada con los delitos de odio, según cuenta el diario bez. Su objetivo es defender los derechos de los integrantes del colectivo LGTB y también así dan visibilidad a este colectivo dentro de las fuerzas de seguridad del Estado.
El grupo, llamado LGTBIPol, se ha presentado este jueves en la embajada italiana de Madrid. «Somos parte del colectivo o gente sensibilizada con el colectivo LGTB y además somos agentes de seguridad. Eso nos hace tener la visión de policía, de seguridad y de ayudar a ciudadanos… Y también tenemos la parte de conocer a las víctimas y saber qué sienten esas personas», señaló Rufino Rufino Arco, vicepresidente de la asociación.
Fuente: http://www.huffingtonpost.es/2017/01/13/policia-lgbti_n_14142304.html
Este mensaje va dirigido al grupo policial LGTBPol. He intentado enviarlo a través de Facebook pero no puedo.
Buenas tardes:
Me presento: soy discapacitado físico, licenciado en Ciencias de la Educación por la universidad complutense, con dos años de Físicas, programador profesional cuando me dejan y cuento con 58 años de edad. Dicen que soy «maricón», pero yo, aún reconociendo que tuve alguna relación, no soy gay, ni tengo que salir de armario alguno. Si les digo la verdad, ni tan si quiera tengo que dar explicaciones de mi orientación sexual, pero a mi me gustan las mujeres, no los hombres, pero la vida sexual de un discapacitado, especialmente cuando eres adolescente o joven está muy mediatizada por la discapacidad y era casi nula.
Lo que les voy a ir relatando es extenso, porque extenso es el capítulo de vejaciones, atropellos y circunstancias negativas que en 30 años he tenido que soportar.
En los años ochenta, cuando mi entorno familiar y social, especialmente el entorno familiar, tomó conocimiento de dicha relación, sufrí un ataque vejatorio bestial especialmente del entorno familiar, y del entorno del barrio donde crecí en Madid, llevándome a la inmovilización. Empecé a recibir golpes de los vecinos que vivían encima de mis padres, actitudes de desprecio o mofa por parte de buena parte del barrio, incluso los conductores de los autobuses del barrio se mofaban de mí o aceleban brúscamente cuando entraba en el bus, a pesarr de que yo soy discapacitado físico (tengo que andar con una muleta). En un principio me callé, pero llegó un momento en que respondia a las faltas de respeto y cuando lo hacía en la casa de mis padres, éstos, en lugar de censurar la actitud de los vecinos, me censuraban a mí.
Cuando murió mi padre, de fuerte tradición y convicción católica, dado que no hizo nada cuando yo era sometido a vejaciones tanto en el propio ámbito familiar, como en todo el barrio, yo me comporté muy friamente, y mis hermanos juraron vengarse cuando muriese mi madre, y a fé que lo hicieron.
En mi familia, yo soy el único que acabó una carrera, pero mi hermano mayor, Juan Troyano Diago, ascendió como gestor en IBM sin finalizar su carrera, y llegó a ser el último director de la fábrica que IBM tenía en España. En calidad de tal, fue ingresando en plantilla a mis hermanos, excepto a mí, que me exigía terminar la carrera (la terminé y tampoco). El día que murió mi padre y ante mi frialdad, me dijo claramente que cuando muriese mi madre, me las haría pasar canutas. Mi padre, que por lo visto finalmente se dio cuento de su error, me benefició hereditariamente con respecto a mis hermanos (yo me enteré una vez muerto), no era mucho, pues mi padre era contable del Estado (funcionario), y en la herencia también estaba mi madre, pero me concedió 5 millones de pesetas, que mi madre y mis hermanos quisieron anular, ofreciéndome un curso de programación en IBM, que yo acepté, pero que era una farsa para que yo accediera a delegar mi cuota de herencia en mi madre. Cuando tomé conciencia de la farsa, solicité ayuda a una asociación de discapacitados, cuyo abogado convenció a mi familia de que no era legal lo que estaban haciendo. Finalmente accedieron a darme sólo una parte de los 5 millones de pts y en plazos.
Mi madre, con todos sus hijos casados excepto yo, vendió el piso que tenía que era grande y se compró otro en Móstoles más pequeño con el dinero que le correspondió. Yo en un primer momento fui a vivir con ella, pero fue llegar y encontrarme con las mismas vejaciones que sufría en el piso anterior de la avenida del manzanares. En este caso, aún más fuertes, pues en el anterior piso, de funcionarios, había cierto nivel cultural que atenuaba las vejaciones, pero en un entorno de menor nivel educativo, si me permiten, más bruto, las vejaciones eran exasperantes. Como yo seguía respondiendo, mi madre me echó de casa, pero curiosamente, hayá donde me iba a vivir, hayá iban difundiendo que yo era maricón, que era un mal hijo, que era un vago (soy el único titulado superior), un mala vida. Yo he sufrido de insuficiencia sexual, por lo que me costaba relacionarme con chicas, lo que las malas mentes interpretaban como orientación homosexual.
Al cabo de unos años, volví a casa de mi madre con la idea de finalizar la carrera de pedagogía (tenía tres años) y hacer el doctorado. Dado que yo soy de ciencias y me había autoformado como programador y dado que mi carrera es teoricamente de letras, aunque cuenta con una formación en estadística importante, pues quise abrirme camino en el departamento de estadística. Mi madre en un principio no quería, y de hecho se negó a darme sus datos económicos para solicitar una beca. Hablé con la secretaría de la complutense y me dijeron que solicitara la beca como unidad económica propia, presentándo mis ingresos únicamente. Empecé el curso con la idea de destacar en estadística, por lo que me trabajé a los profesores del departamento entregándoles programas informáticos de análisis estadístico en lugar de trabajos teóricos o de campo. Los profesores quedaban asombrados y me calificaban con sobresalientes. Pero en casa de mi madre, no podía trabajar con el ordenador, pues los vecinos de arriba no paraban de molestar lo que me impedía concentrarme. Yo continué respondiendo a las provocaciones, y en una de éstas, el vecino de arriba me amenazó físicamente, ante lo cual yo saqué un cuchillo en presencia de testigos. Presentaron una denuncia y finalmente el juez no me impuso sanción alguna, aunque mi madre me echó de su casa en plenos exámenes. Gracias a la intervención de dos profesores, encontré plaza en una residencia de estudiantes discapacitados.
Mi hermano mayor ya era director de la fábrica de IBM, y su cargo e influencias impresinaban, por lo que los profesores que en un primer momento me apoyaron, dejaron de hacerlo, y yo, ante la falta de apoyos para hacer el doctorado y convertirme en docente investigador, y teniendo en cuenta que mis hermanos habían inundado la facultad con la idea de que yo era maricón, me limité a terminar la carrera. Cuando finalicé la carrera, acabé en un albergue de indigentes, hasta que de nuevo me dieron plaza en la residencia de discapacitados. En la segunda etapa en la residencia de discas, el tratamiento vejatorio que recibía de trabajadores y responsables e incluso de los propios discapacitados por ser supuestamente homosexual (en la calle ya saben que el término suele ser «maricón») era anulante, pero al llegar reivindicaciones de los discapacitados frente a la dirección, era yo el que más capacidad tenía de exposición y negociación. En la residencia realicé cursos de programación hasta que encontré trabajo como profesional informático, momento en el que abandoné la residencia.
En mi primer trabajo como programador, mis compañeros y la dirección tenían conocimiento de mi supuesta homosexualidad desde el primer día, lo que me ha ido pasando en todos los trabajos que posteriormente he tenido, y que finalmente me obligaba a tener que dejar el empleo por la falta de respeto a la que era sometido. Yo, además de no ser gay, tampoco tengo ademanes de ser gay, por lo que eran mis hermanos los que introducían esas ideas en las empresas, empresas que de algún modo tenían relación con IBM.
Así iba desarrollándose mi vida profesioal, abándonando trabajos por las vejaciones o siendo despedido por responder a las vejaciones, o porque simplemente así lo dictaba mi familia en razón a su nivel de influencia en el sector informático. En el 2002 me quedé definitvamente en paro, y tuve que residir de nuevo con mi madre, pero porque eso interesaba a mi familia: mi madre era ayudada en su vida cotidiana por una de sus hermanas, que estaba en situación económica difícil, y a cambio recibía habitación y comida. Pero mi tía, que actuaba de sirvienta sin contrato, en un golpe de suerte, obtuvo el dinero suficiente para comprarse un adosado en un pueblo de Toledo, y dejó la tiranía de mi madre atrás. Tocaba pues que alguien estuviera con mi madre, y tocaba dejarme en paro para que fuera yo (así actúa mi familia). Yo acabé mentalmente desquiciado, hasta el punto de entrar en un proceso depresivo de los auténticos, de los que no te permiten ni salir de la cama del que me costó salir 4 meses. Al propio tiempo seguía recibiendo el mismo trato vejatorio que años atrás. La relación con mi madre fue un infierno, y mis hermanos actuaban con dejación emocional hacia mi madre. Yo nunca tuve una relación especial con mi madre, y a partir de los ochenta, aún menos.
En el año 2005, y tras pasar unos días vacacionales con uno de sus hijos, que se interrumpió, me comunico que iba a ingresar en una residencia, y que para ello vendería su piso, y repartiría en partes iguales (cinco hermanos). Todos mis hermanos estaban en una situación económica por encima de la media, algunos muy por encima. Entre ellos se habían ayudado profesionalmente obteniendo buenos y estables empleos, sin necesidad de haberse machacado estudiando una carrera. El único que tenía carrera era yo, el que carecía de vivienda y de trabajo en aquél momento. Además, mis hermanos recibieron ayudas para bodas, pisos y muebles que yo no recibí. Por todo ello, no me pareció justo que repartiese su herencia en partes iguales, y establecí una discusión, que se fue calentando hasta el límite en lo verbal. En un momento dado mi madre me quiso encerrar en mi habitación como modo de acallarme, forcejeamos con la puerta, y mi madre acabó con leves heridas provocadas por el mango de la puerta. Inmediatamente presentaron una denuncia contra mí, me detuvieron, y al día siguiente hubo una primera vista. En ella mi madre afirmó que yo le había levantado del suelo y le había propinado un cabezazo, hecho imposible pues yo mido 1.50, mis piernas son muy finas, desestructuradas, y no tienen fuerza para soportar lo que pesaba mi madre. El juez acordó alejamiento y tuve que meterme en una pensión. En la vista final, mi defensa era que yo no podia haber hecho lo que dijo mi madre, y de hecho mi madre tuvo que desdecirse de sus declaraciones afirmando que no se acordaba bien. No obstante, a mí me impusieron 9 meses de condena que no cumpli por carecer de antecedentes.
A partir de ahí, mi vida ha sido un autético infierno: he tenido que vivir en albergues de indigentes infectado de ex presos y gente del lumpen, a dónde también acudian mis hermanos para intoxicar el ambiente con los bulos de que yo era gay, y he tenido que defenderme físicamente en esos ambientes, he tenido que vivir en la calle durante dos años durmiendo en un cajero, en verano y en invierno, he tenido que pedir en la calle, comer en comedores, como el comedor de las hijas de la caridad, donde residía Sor María, he realizado cursos de programación sin recibir ayuda alguna, aunque la solicitara, desde el cajero donde dormía, finalmente cuando me dieron la renta mínima, he tenido que vivir en habitaciones las más baratas cutres, algunas infectadas de cucarachas, comiendo con un presupuesto de 3 euros diarios, pues me harté de ir a comedores.
De vez en cuando, como cuando realice el curso desde el cajero, llegué a trabajar pues estuve entre los tres primeros del curso. Pero al entrar a trabajar era la misma historia, todo el mundo sabía que yo era supuestamente gay desde el primer día, y tenía que ir escuchando todos los días frases como: «ahí viene el maricon», «cuidado con el culo, que viene el maricón» y demás mofa, incluso por parte de la dirección, lo que al final me llevaba a dejar el trabajo, pese a que el trabajo que realizaba era de calidad reconocida hasta por ellos (empresa Mercanza). Estos hechos los denuncié a la trabajadora social del ayto de Madrid que me controla por el tema de la renta mínima, quien se limito a archivarla nada más.
En el siguiente trabajo que tuve (IDEL), no fue el tema de la homosexualidad, sino el tema de la discapacidad lo que provocó mi salida. No era una empresa propiamente informático, pero tenía un grupo joven que gestionaba temas informáticos. Formaban un grupo profesional pero también de amistad, y solían ir a comer o a tomarse un café fuera a un bar a unos 300m de la empresa. Yo fui el primer día con ellos, pero mi capacidad física es limitada, y me quedaba el último y además llegaba cansado especialmente cuando volvíamos de comer. Por ello, tomé la decisión de no ir, lo que interpretaron como falta de integración el grupo y me despidieron. De hecho, el día que me echaron, hicieron una prueba, salieron todos juntos para ver si me iba con ellos, como no lo hice, a la hora, me llamaron desde RRHH y me comunicaron el despido.
Desde hace 4 años he vivido en las mencionadas habitaciones cutres, con 400 euros, y debido a la intervención de mis hermanos que provoca la falta de respeto de los arrendatarios de las habitciones hacia mí, durante el último año he tenido que llamar a la policía nacional en unas cuantas ocasiones, y se han presentado en mi domicilio otras tantas, como pueden comprobar, en todas ellas a petición mía. Actualmente, en el piso donde vivo, entre latinos, he necesitado en más de una ocasión del concurso de la policía, y me he conformado con amenazar con llamar a la policía por no ser una molestia ya para la policía. No obstante, la presidenta de la CM Cristina Cifuentes lo sabe.
Además de programar, me gusta escribir sobre política, sociología o filosofía, y así tras las elecciones municipales de 2015, comencé a enviar al actual ayto de Madrid, una serie de ideas, reflexiones y ante proyectos, con el fin de promocionarme, que atrayeron la atención tanto de Carmena como de Rita Maestre, de quienes recibí correos de agradecimiento. Un día recibí un correo de Luis Cueto, coordinador general de la alcaldía sobrino políico de Manuela Carmena, en el que además de agradecerme el envio de uno de los proyectos, también me solicitaba una ampliacion de ideas a titulo voluntario. Mi situación económica es imposible, y aunque no hubiera contrato por medio, le envié una ampliación, explicando mi situación económica y solicitando algun tipo de compensación, social, económica o profesional. A día de hoy no he recibido ni una ayuda parcial para el alquiler de la habitación donde malvivo. He batallado par conseguir compensación, y en el proceso he contactado con infinidad de personaliades políticas (Cristina Cifuentes, la propia alcaldesa, Simancas, Pedro Sánchez, Ciudadanos, la cadena SER, EL PAIS) a los que le enviaba al propio tiempo mi pensamiento. Yo era oyente de las tertulias políticas de la SER, en concreto de HORA 25. Una noche me encontré con que estaban debatiendo sobre un artículo que escribí en enero y que envié a Carmena, y que por lo visto, ella o alguien reenvío a la cadena SER, sin mi permiso. El artículo es una de mis mejores creaciones y les dió a los H25 para cubrir media hora de programación en las que hubo cuñas publicitarias. Angels Barceló y Josep Ramoneda entre otros, estuvieron debatiendo sobre las ideas plasmadas en dicho artículo de alguien que no les autorizó a ello, y que además es un muerto de hambre, por lo que presenté mis protestas a dichas personas y solicité compensación. Como no me hacían ni puto caso, empece a enviar todos los días mensajes en Facebook demandando compensación y criticando su actuación, hasta que me han cortado comunicación en Facebook, y no sólo con ellos, sino con todo aquél al que le haya expuesto estos asuntos, incluido el tema de mi trabajo para Luis Cueto.
Es decir, me han bloqueado desde Facebook, es más, estoy escribiendo esto en Word, pero no sé si me dejarán enviárselo a vds. por Facebook. Esto es el fascismo ilustrado y detrás de todo están mis hermanos, porque en el fondo, quien está interfiriendo para que no me compensen económicamente por mi trabajo intelectual son mis hermanos. Curisoamente uno de ellos es vocal de la federación de salvamento y socorrismo y presidente del comité de árbitros de dicha federación, a la par que jefe de ventas de IBM en la comunidad valenciana si es que continúa en activo, ¿Y a quien le debe ser jefe de ventas IBM sin tener titulación universitaria?, a su hermano mayor que lo ingresó en plantilla. Yo, el que se quiso laborar una vida al margen de ellos, con mi formación que da para que altas personalidades se fijen en lo que escribo, como de latas.
En la web de la policía saben algo de estos temas, pero me dicen que presente denuncia. Durante estos dos últimos meses he tenido situaciones problematicas en el piso donde vivo y probablemente tenga que presentarla, pero detrás están mis hermanos, y demostrar que detrás están mis hermanos resulta complicado porque nadie va a hablar.
Adjunto documentación:
– Correo que recibí de Luis Cueto, coordinador general de la alcaldía.
– Copias de correos que recibí de Rita Maestre portavoz del ayto y del diputado Rafaél Simancas
Un cordial saludo y gracias por su atención.
* Nota : he intentado enviarles este mensaje a través de Facebook y me tienen bloqueada su dirección, no otras. Esto evidencia el bloqueo difusor al que estoy siendo sometido. Finalmente he localizado otro modo de comunicarme con vds. Si me dan la dirección de su correo, les envio archivos adjuntos.