Tan acostumbrada como parece a la amarga queja, Mónica de Oriol Icaza está de enhorabuena: la presidenta del Círculo de Empresarios ha conservado su condición de consejera independiente de Indra mientras sigue aumentando el peso de esa compañía del Ibex en la facturación global de su empresa de seguridad, Seguriber-Umano, como consecuencia de los servicios que esta le presta.
Seguriber-Umano, de la que Oriol, su presidenta, controla un 58% del capital, facturó en 2013 a Indra servicios por importe de 2,582 millones de euros, cifra que, si bien está un 10,3% por debajo de la de 2012 (2,881 millones), supone ya un 2,46% de su facturación, como consecuencia de un presumible batacazo en las ventas sufrido por la empresa responsable de vigilar las instalaciones del Madrid Arena en la fatídica noche del 1 de noviembre de 2012.El porcentaje de 2013 es sensiblemente superior al de 2012, cuando Indra supuso el 2,11% de las ventas de Seguriber-Umano. Pero Indra ha prometido poner remedio a esa situación.
Consciente de que esa creciente relación de dependencia puede poner en entredicho la independencia como consejera de Oriol, la compañía que preside Javier Monzón va a llevar a cabo “una revisión de la contratación” de sus servicios de seguridad (que contrata de forma anual), de manera que la realizada con el grupo Seguriber-Umano “se sitúe en el entorno del 1% de la cifra total de negocio” de esa empresa.
Oriol, que la semana pasada tuvo que disculparse públicamente tras quejarse de que actualmente en España hay un millón de personas «con cero cualificación» a las que las empresas están obligadas a pagar un salario mínimo «aunque no valgan para nada», se convirtió en consejera independiente de Indra en 2007. Desde ese ejercicio, su empresa de seguridad ha facturado a Indra servicios por importe de casi 9,7 millones de euros.
Indra, que está obligada a declarar esas operaciones por tratarse de transacciones vinculadas con sus consejeros, dice que contrata con Seguriber-Umano «en condiciones de mercado y sin trato preferente» y que su creciente peso en la facturación de Seguriber es una circunstancia “sobrevenida”, derivada de la fusión, a principios de 2012, de Seguriber (de la que Oriol ya era primer accionista) y Umano, que era el principal proveedor de seguridad de esta empresa.
Indra, cuyo mayor accionista es desde agosto pasado el Estado a través de la SEPI (20%), «mantenía por separado relaciones comerciales con Seguriber desde 2006 y con Umano desde el año 2000», y decidió mantenerlas el año pasado dada “la particular significación que los servicios de seguridad tienen para las actividades e instalaciones de una empresa como Indra”.
La sobrina del ex presidente de Iberdrola Íñigo de Oriol, también consejera independiente de la constructora OHL y presidenta del Círculo de Empresarios desde 2012, va a poder así seguir disfrutando de su sueldo de 130.000 euros como consejera en Indra (de la que tiene algo más de 22.000 acciones) gracias a la manga ancha de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo y el consejo de administración del grupo.
Ambos órganos, tras analizar su situación, han llegado a la conclusión de que “esta relación de prestación de servicios no debe afectar a su independencia en el ejercicio de su cargo de consejera”, teniendo en cuenta “la reducida significación relativa que el negocio con Indra representa para el grupo Seguriber-Umano, la naturaleza y características que tienen los servicios de seguridad, así como la relevancia del perfil profesional” de Oriol.