Dando bandazos e invadiendo el sentido contrario. Así vio una patrulla de la Guardia Civil del puesto de Collado-Villalba (Madrid) a un conductor que circulaba el pasado 15 de febrero por la carretera M-601, con destino al puerto de Navacerrada. Cuando los agentes le hicieron la prueba de alcoholemia a este ciudadano español de 33 años comprobaron que quintuplicaba la tasa de alcoholemia, según ha informado esta mañana la Comandancia del instituto armado en Madrid.Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 23.20 cuando dos motoristas del destacamento de Tráfico de Villalba se percataron de que había un vehículo a la altura del kilómetro 2 de la M-601 que no paraba de invadir el sentido contrario de la circulación, con el consiguiente riesgo para el resto de usuarios que iban por la vía tanto en una dirección como en otra.
Los motoristas adelantaron al vehículo y le obligaron a parar. Desde el primer momento se percataron de que podría conducir bajo los efectos del alcohol, por lo que le sometieron a las preceptivas pruebas. El primer test en el etilómetro arrojó un resultado positivo de 1,26 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cuando la tasa permitida está en 0,25 (salvo conductores noveles y profesionales). La segunda prueba dio un resultado final de 1,28 miligramos, lo que supone superar en más de cinco veces la tasa legal.
El detenido resultó ser profesor de autoescuela, al que se le ha imputado por un delito contra la seguridad vial, por conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas, en virtud del artículo 379, apartado 2, del Código Penal. Este precepto legal recoge que podría ser condenado a una pena de prisión de seis meses a dos años y a la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a un año y hasta un máximo de seis. El juez o tribunal también podría acordar el decomiso del vehículo utilizado, por considerarse instrumento del delito. El arrestado carecía hasta ese momento de antecedentes policiales.
Fuente: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/02/24/madrid/1393233188_884398.html