osé Ramón tiene 74 años y padece parkinson, una enfermedad degenerativa que le causa parálisis repentinas que le dejan las piernas bloqueadas durante horas y que le obligan a utilizar una moto adaptada para poder desplazarse con seguridad por la ciudad, ya que «durante los ataques puedo mover los brazos y mantengo la cabeza bien», según explica él mismo. Y así era hasta que el pasado 31 de octubre, a las tres de la tarde, dos jóvenes sustrajeron su vehículo de la calle Paraíso, donde lo había dejado parado para acudir a una consulta con el logopeda. Su posterior denuncia, en comisaría y a través de este periódico, resultaron fundamentales para abrir una investigación conjunta entre los policías locales y nacionales que condujo, por un lado, a la identificación del autor material del robo y, por otro, a forzarle a devolver la moto intacta. El sospechoso, de 21 años y con un amplio currículum delictivo, está acusado de un delito de hurto. La víctima del robo pudo recuperar finalmente el pasado lunes por la tarde su vehículo.
Los hechos ocurrieron al filo de las tres de la tarde de aquel último miércoles de octubre, cuando los delincuentes sustrajeron la moto, valorada en 1.400 euros, que José Ramón dejó parada en la calle Paraíso al quedarse sin batería -es eléctrica y recargable-. Y la llevaron literalmente a cuestas entre los dos hasta Pajarillos, donde reside el principal sospechoso. Así lo descubrieron los agentes municipales después de que un testigo -vio la foto de la moto en el periódico- les informara de que había visto aquel mismo día al citado joven de 21 años con un amigo acarreando el pesado botín por el paso peatonal del túnel de Vadillos camino de Pajarillos. Los policías acudieron a continuación a su domicilio y, aunque el sospechoso lo negó todo de entrada, le advirtieron de que valorara la situación y se planteara devolver el vehículo si lo tenía.
«El testigo no se atrevió en un principio a acudir a la comisaría a identificar al sospechoso, aunque al negarse el chico a reconocer los hechos y a devolver la silla, finalmente logramos convencerle de la importancia de su reconocimiento», apuntaron ayer fuentes de la investigación. Y el testigo reconoció después al joven de 21 años en la fotografía de su ficha policial -tiene antecedentes por robo y otros delitos menores- ya ante los agentes del Grupo II de robos de la Policía Nacional.
De uno a tres años de prisión
Efectivos de los dos cuerpos volvieron de nuevo al domicilio del sospechoso y le informaron de la situación, ya oficial, que iba a conducir a su detención y le emplazaron por última vez a acudir a comisaría y devolver la moto adaptada. «El objetivo fundamental era recuperar la silla de esta persona al tratarse de un discapacitado que la necesitaba para su vida cotidiana», añadieron las fuentes policiales consultadas. Y el joven, al final, se presentó la semana pasada en la Comisaría de la calle Gerona para devolver la moto. Los agentes, por descontado, formalizaron entonces la acusación contra el joven delincuente por un delito de hurto, castigado en este caso con penas de prisión de entre uno y tres años al superar el valor del botín los cuatrocientos euros de valor y tratarse, además, de un vehículo adaptado que necesitada un enfermo de parkinson para su vida diaria. La devolución de la moto adaptada y el reconocimiento de los hechos, aunque evidentemente forzado por la presión policial, le supondrá al joven delincuente a buen seguro una notable reducción de la más que posible condena.
El hijo de la víctima acudió el pasado lunes por la tarde a por la moto. «Estaba bien, aunque no habían desbloqueado ni el freno para moverla -el testigo vio a los ladrones llevarla a cuestas-, y mi padre ya ha vuelto a utilizarla», explicó ayer el hijo de José Ramón antes de mostrar su gratitud a los agentes que la recuperaron.
Fuente: https://www.elnortedecastilla.es/valladolid/policia-nacional-recupera-20181120115847-nt.html
