La Policía Nacional ha practicado la mañana de este miércoles una nueva inspección en la vivienda de la calle Pesadora de Alcalá de Guadaíra, que habitaba la familia que ha perdido tres de sus cuatro miembros a cuenta de una posible toxiinfección alimentaria, según han informado fuentes del caso. Después de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Alcalá de Guadaíra haya levantado el secreto de sumario sobre las actuaciones, la opción del suicidio queda muy desplazada, sencillamente porque «no hay indicios fundados» sobre tal hipótesis, según las citadas fuentes.
En concreto, la Policía Nacional ha realizado una nueva inspección ocular en la mencionada vivienda, con la recogida de nuevas muestras de cara a las pruebas de laboratorio encargadas para intentar esclarecer las causas de la muerte de este matrimonio formado por un hombre de 61 años, su esposa de 50 años y una de sus hijas, de 14 años de edad.
La única superviviente del suceso, la hija menor del matrimonio, de 13 años de edad, ha sido ya traslada al área de planta del hospital Virgen del Rocío, en cuya Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) estaba Ingresada. La hipótesis del suicidio, de cualquier modo, habría quedado desplazada y no formaría parte del grueso de la línea de investigación simplemente porque «no hay indicios fundados» que animen a trabajar sobre esta idea.
Las pesquisas realizadas hasta el momento apuntan a que los alimentos encontrados en el domicilio de la familia no habrían superado su periodo de caducidad. Asimismo, no existiría constancia de ningún tipo de antecedente de conflicto familiar; se trabaja en base a posibilidades como el consumo de comida en mal estado o la ingestión accidental de algún tipo de toxina aún por identificar, extremo este último que dependen especialmente de las pruebas de laboratorio.
La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, por su parte, ha manifestado este miércoles que «no se descarta nada» en cuanto a las hipótesis del fallecimiento, a consecuencia de una parada cardiorrespiratoria que en un principio se atribuyó a una toxiinfección alimentaria. En declaraciones a los periodistas en Córdoba, la delegada ha informado que los agentes de la Policía Nacional registran ahora el domicilio, con orden judicial, dado que «la jueza quiere observar todos los detalles de la casa de nuevo», aunque aclara que «no se puede aventurar nada en estos momentos», de manera que «están todos los caminos abiertos», a la espera de la investigación. Entretanto, Crespo transmite de nuevo las condolencias y desea «la pronta recuperación de la menor que está ingresada en el hospital actualmente y que ahora se ve la formula de incorporarse a la familia en estos momentos».
En concreto, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Alcalá de Guadaíra ha decidido levantar el secreto de sumario que hasta ahora pesaba sobre la causa judicial, de modo que habría resuelto así atender al requerimiento de la Fiscalía, que consideraba que el secreto sumarial no era necesario al no haber riesgo de que la investigación quedara obstaculizada si el mismo se levantaba. Las pesquisas realizadas apuntan a que los alimentos encontrados en el domicilio de la familia no habrían superado su periodo de caducidad. Asimismo, no existiría constancia de ningún tipo de antecedente de conflicto familiar; se trabaja en base a posibilidades como el consumo de comida en mal estado o la ingestión accidental de algún tipo de toxina química.