La Policía rescata a una niña vendida por sus padres para casarse a la fuerza

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niña vendida
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La operación Fisura de la Policía Nacional de Huelva ha finalizado con la liberación de una niña de 16 años embarazada que fue vendida por sus padres en Rumanía -por 8.000 euros- a una familia rumana residente en Almonte para que se casara con un varón del clan. Cinco personas han sido arrestadas por estos hechos: el padre de la chica (en Rumanía y con la colaboración de la Policía de aquel país), la madre en Huelva, y el marido impuesto, la suegra y el cuñado en Almonte.

Las pesquisas han sido llevadas a cabo por la Unidad Contra Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif) de Huelva y orquestadas por un juzgado de Instrucción de La Palma del Condado, que ha dejado en libertad con cargos al trío arrestado el pasado 6 de noviembre en Almonte por un delito de trata de seres humanos a través de matrimonios forzados (y de abusos sexuales en el caso del marido).

LA CHICA, DE 16 AÑOS Y EMBARAZADA, ESTÁ EN UN CENTRO DE PROTECCIÓN DE MENORES DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA

Además, la autoridad judicial ha enviado a prisión a la madre de la adolescente, detenida el 13 de noviembre cuando se había desplazado a tierras onubenses «con la intención de volverla a vender», como precisan las fuentes del caso consultadas por Huelva Información.

Todo se inició cuando los padres de la cría denunciaron el pasado agosto ante las autoridades rumanas el secuestro de su hija. Relataron allí que cuatro individuos asaltaron en la calle a la menor, que la metieron a la fuerza en un coche y la trasladaron a España. En esa delación, manifestaron que habían tratado de contactar con la chiquilla, sin éxito, y que fue ella quien los llamó desde España, ya casada con un varón rumano del que desconocía sus datos personales.

La madre de la niña, en dependencias de la Policía Nacional de Huelva.
La madre de la niña, en dependencias de la Policía Nacional de Huelva. / M.G. (Huelva)

Más adelante, proseguían en la denuncia, la menor les pidió dinero para poder volver a casa y comprar ropa porque aseguraba no tener con qué vestirse, añadiendo que era víctima de palizas y estaba siendo obligada a prostituirse en clubes de alterne junto a otra joven de 22 años en Almonte.

Asimismo, apuntaban que en otra ocasión fueron contactados por la matriarca de esta familia rumana, quien reconocía que tenía retenida a la menor, reclamando además 150 euros para costear un aborto de la víctima, que se encontraba en un hospital embarazada de cuatro meses. Una vez que pagaron, según su relato, el hermano de la víctima recibió en su móvil una fotografía de ella en la que llevaba el brazo izquierdo escayolado y un hematoma en su ojo izquierdo.

Los padres también afirmaban en su denuncia que aprovecharon un viaje a España de su sobrina para hacerle llegar a su hija algo de ropa y 150 euros. Sin embargo, nunca dejaron que viese a la perjudicada para poder constatar su bienestar.

Semanas después, la madre de la menor aseguró haber recibido otra llamada de su hija solicitándole el envío de más dinero, esta vez 350 euros. Al parecer había conseguido escapar de sus captores pero desconocía su paradero. Cuando el padre comunicó al marido de la menor su intención de viajar a España para rescatar a su hija, este presuntamente lo amenazó de muerte.

El contenido de la denuncia hizo pensar a la Ucrif inicialmente en que se trataba de un asunto de «explotación sexual». Pero la investigación dio un giro hasta constatar que los padres habían vendido a su hija en un matrimonio forzoso por 8.000 euros.

8.000 euros

Es la cantidad por la que los padres vendieron a la niña al clan afincado en Almonte

El clan obtuvo un documento mediante el que los progenitores autorizaban a su hija a salir de Rumanía y residir en España, localizado por los investigadores en el registro del número 12 de la calle Triana de Almonte, donde vivían los compradores con la adolescente. Su legalidad ya ha sido comprobada, además de los pagos recibidos por la madre de la menor, quien llegó a confesar que su intención real era recuperar a su hija para volverla a vender a otro ciudadano rumano que tenía más capacidad económica que el residente en Almonte.

Las fuentes de este diario matizan que «no era la primera vez que la vendían». Se trata, en definitiva, de «la cosificación de la persona». Para la detención de los padres se solicitaron sendas Órdenes Europeas de Detención y Entrega por simulación de delito y por trata de seres humanos para la realización de matrimonio forzado.

La menor liberada ha sido ya atendida y trasladada a un centro de menoresdependiente de la Junta de Andalucía.

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