Tras analizar todos los datos obtenidos, los agentes arrestaron in situ a un examinado en el momento de hacer la prueba y al experto que se encontraba en el exterior narrando las contestaciones. Además detuvieron a otras dos personas, el máximo responsable y el captor que se encargaba de buscar personas con problemas en la comprensión y lectura del español además de cobrar entre 1500 y 3000 euros por cada acto ilícito.
Todos los detenidos son de origen indio.
Finalmente los agentes imputaron a un ciudadano español de 61 años cuyo objetivo era que, a sabiendas de las formas de obtener el teórico de forma ilegal, éste les ayudaba a superar el examen práctico. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.