La Guardia Civil ya vigila camuflada en furgoneta

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sentido contrario
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En apenas media hora un conductor que hablaba por el móvil mientras salía de una rotonda y otro repartidor que manejaba albaranes y documentos de trabajo al volante fueron ayer propuestos para sanción. Ninguno sospechó que la alerta se dio desde la furgoneta azul marino con la que se cruzaron. Estos dos casos han sido la primera cosecha del nuevo vehículo camuflado a disposición del subsector de Tráfico de la Guardia Civil.

En toda España ya circulan unas quince furgonetas sin distintivos exteriores –la mayoría blancas o azules– con agentes uniformados en su interior. Se suman así a un despliegue progresivo que cada verano suma nuevos dispositivos, desde radares fijos, móviles o de tramo, a helicópteros o drones.

Las furgonetas acaban de ser incorporadas al parque móvil de la Benemérita porque desde el puesto del conductor y su acompañante, al estar unos centímetros más elevado, se observa mejor lo que ocurre en otros vehículos. Esto permite ver mejor a camioneros y también a conductores de otros furgones, cada vez más comunes, según explicó ayer el teniente adjunto del subsector de Tráfico de Badajoz, José Manuel Peguero.

Básicamente, patrullar en furgoneta tiene como finalidad detectar conductores que usan el móvil conduciendo, así como personas que van sin cinturón de seguridad, dos factores que disparan la siniestralidad en carretera. «Hay mucha más gente de la que parece que todavía no se pone el cinturón, incluso entre quienes van sentados delante, sobre todo gente mayor», decía ayer Peguero antes de que comenzara un dispositivo de vigilancia por el entorno de Badajoz capital.

Equipo de la Guardia Civil ayer preparando la salida a la afueras de Badajoz por la N-V.
Equipo de la Guardia Civil ayer preparando la salida a la afueras de Badajoz por la N-V. / J.V. ARNELAS

El peligro de WhatsApp

En la primera salida, además de los dos anteriormente citados por hablar con el móvil y manejar documentos, ayer los agentes también dieron el alto a lo que parecía un perro pequeño en la parte de delante del conductor. En realidad era un niño agachándose justo en el momento en que su padre adelantaba a la nueva Ford Transit de la Guardia Civil.

Además, observaron a un miembro de un pequeño pelotón ciclista que parecía ir hablando con el móvil. Hubo dudas, así que cuando los agentes pararon a los deportistas simplemente les recordaron que cuando pedaleen por un arcén toda su atención la dirijan a la carretera. El ciclista dio su palabra de honor de que no había sacado el móvil que llevaba en su maillot y el alto se quedó en una advertencia pedagógica. Los otros dos ‘cazados’ desde la nueva furgoneta sí admitieron su negligencia. Todo ocurrió en el tramo que va desde Badajoz y Talavera la Real, apenas 20 kilómetros de ida por la autovía E-90 y otros 20 por la antigua N-V de vuelta. Según los agentes, detectar una infracción prácticamente cada quince o veinte minutos observando a los conductores es lo normal.

Ahora mismo una de las principales preocupaciones en la Dirección General de Tráfico son las distracciones. Y a nadie se le escapa que el uso del móvil al volante está detrás de la gran mayoría de ellas. El propio Pere Navarro, director general de Tráfico, citó directamente a WhatsApp cuando compareció el mes pasado ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso.

No es sencillo pillar ‘in fraganti’ a estos conductores, por eso la Guardia Civil ha adquirido varias furgonetas que ha puesto en marcha este verano. Al subsector de Tráfico de Cáceres le ha adjudicado una y al de Badajoz otra, así que dos furgonetas azul marino mimetizadas con el resto de vehículos estarán circulando por las carreteras de Extremadura al menos hasta el 31 de diciembre.

La furgoneta, una Ford Transit Custom, no lleva distintivo exterior, solo un discreto cuadro de luces para dar el alto.
La furgoneta, una Ford Transit Custom, no lleva distintivo exterior, solo un discreto cuadro de luces para dar el alto. / J.V. ARNELAS

La acompaña otro coche

No destaca ningún distintivo, pero en su interior están dotadas con equipamiento extra, como una pantalla desplegable donde se puede leer ‘Alto. Guardia Civil’, o un puente de luces para activar destellos azules perfectamente integrados para no llamar la atención. La estrategia es que este nuevo vehículo vaya siempre acompañado de otro de la Guardia Civil, en este caso un bicolor perfectamente identificable, que va a la distancia y velocidad acordadas por el equipo. Están conectados por emisora y es el encargado de dar el alto al vehículo una vez que se ha detectado una infracción desde el furgón. Este no lleva cámaras, basta que el agente que conduce o su compañero hayan sido testigos. «Ni siquiera vale que nos enseñen el móvil, nosotros no queremos ver su dispositivo para nada», explicaron los agentes.

Si están circulando por autovía, el coche de apoyo va delante, de modo que si alguien adelanta a la furgoneta y va usando el móvil o cometiendo alguna irregularidad, a los pocos segundos el turismo con otros dos agentes le dará el alto. Si van en una vía secundaria de doble sentido, estos circulan detrás de la furgoneta cuyo conductor va pendiente de aquellos que se cruzan con el coche camuflado. Los dos denunciados ayer fueron vistos de frente. Al primero, un repartidor por manejar albaranes, le caerán 80 euros (infracción leve); al joven que iba manejando el móvil, 200 euros y tres puntos menos (infracción grave).

Fuente: https://www.hoy.es/extremadura/guardia-civil-vigila-20200715212505-nt.html

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