Agentes de la Guardia Civil, en el marco de la denominada operación “Araña”, han detenido hasta el momento a 10 personas y han imputado a otras dos, menores de edad, por el uso público de las redes sociales para la comisión de presuntos delitos de enaltecimiento del terrorismo de ETA, así como de humillación de las víctimas del terrorismo. Dirigida y coordinada por el Juzgado Central de Instrucción número 3 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, esta operación, que continúa abierta, es la segunda fase de la desarrollada también por la Guardia Civil a finales del pasado mes de abril y que se saldó con la detención y puesta a disposición judicial de más de una veintena de personas. Esta operación es fruto de las investigaciones realizadas por expertos de la Guardia Civil en la obtención y análisis de información proveniente de fuentes abiertas, apoyados en herramientas de monitorización para búsqueda y análisis de la información obrante en las redes sociales (principalmente en Facebook y Twitter). Además, este trabajo ha estado complementado por una incesante colaboración ciudadana, principalmente a través del portal de internet “Colabora” de Guardia Civil y de los perfiles oficiales en redes sociales de esta Institución.
Durante las investigaciones desarrolladas en los últimos meses se detectó un destacado número de perfiles en las redes sociales desde los que se difundía de manera continuada numeroso contenido apologético de ETA y de otras organizaciones terroristas, como Al Qaeda y PCE-R/GRAPO, así como contenidos que humillan directamente a las víctimas de estas organizaciones terroristas. Dicho contenido apologético carece de cualquier tipo de privacidad, es decir, es de acceso totalmente público y accesible a cualquier usuario de Internet.
A raíz de las investigaciones se ha conseguido obtener la identificación de un número importante de usuarios de redes sociales que se encuentran en diferentes puntos del territorio nacional, (País Vasco, Navarra, Madrid, Cataluña, Castilla y León y Castilla La Mancha)
Los detenidos hasta el momento son:
En Álava (1):
- M.K.A.R., de 62 años de edad.
En Vizcaya (4):
- I.O.G., de 21 años de edad.
- T.M.G.F., de 53 años de edad.
- A.U.K., de 30 años de edad.
- D.R.N., (menor de edad).
En Navarra (1):
- J.C.C., de 35 años de edad.
En Madrid (1):
- D.B.P., de 19 años de edad.
En Barcelona (1):
- R.G.G., de 19 años de edad.
En Toledo (3):
- V. S. E. de 23 años de edad.
- M.D.M., (menor de edad). Imputado.
- M.G.B., (menor de edad). Imputado.
En León (1):
Los comentarios y referencias en las redes sociales, llevadas a cabo de forma reiterada, en perfiles públicos y con numerosos seguidores adheridos, van desde el deseo de que ETA vuelva a cometer atentados, hasta alabanzas a atentados ya cometidos, pasando por enaltecimientos de terroristas de ETA juzgados y condenados, así como por bienvenidas a presos excarcelados de ETA. Además, los comentarios recogen el deseo de que ETA atente contra determinadas personas y también hacen referencias humillantes a los daños físicos sufridos por víctimas del terrorismo de ETA.
Con las detenciones se pretende la incautación y posterior clonado en sede judicial, de los dispositivos móviles que pudieran portar en el momento del arresto, todo ello al haber quedado constatado que las cuentas de las redes sociales desde donde se ha publicado el contenido apologético son gestionadas principalmente a través de estos dispositivos. Esto permitiría corroborar la autoría de los hechos imputados y de esta forma evitar el que puedan alegar un uso fraudulento de sus perfiles.
Con estas detenciones se busca un doble objetivo, por un lado el pleno esclarecimiento de los hechos imputados y, por otro lado, intentar la reducción de este tipo de contenidos apologéticos y humillantes en la red, ya que se prevé que gran parte de los mismos sean retirados por los usuarios que continúan en el anonimato ante el riesgo de una posible identificación y posterior detención.
Este tipo de operación policial supone un duro golpe a aquellas personas integradas o no en organizaciones terroristas o en sus entramados de apoyo, que desde el anonimato intentan menospreciar a las víctimas y fomentar el uso de la violencia.