Visto y no visto. Así fue el atraco que tuvo lugar a primera hora de la mañana de ayer en la sucursal del Banco Popular en Belorado. Poco después de las 8,30 horas, un hombre ataviado con una gorra y una bufanda con la intención de proteger su identidad se presentó en las oficinas e intimidó a su director, que en esos momentos se encontraba solo. Después de amenazarle a punta de pistola, el atracador logró hacerse con un botín que en principio rondaría los 3.000 euros.
Cuando el ladrón emprendió la huida, el director de la sucursal avisó de lo sucedido a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que rápidamente activaron un dispositivo de seguridad y búsqueda del sospechoso mediante un control exhaustivo de los accesos y salidas del municipio. Entretanto, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos asumió la investigación, que al cierre de esta edición se encontraba abierta.
La noticia corría como la pólvora durante la mañana en Belorado, aunque lo cierto es que nadie del entorno se percató de lo sucedido. El propietario del bar El Paso, situado a poco más de 60 metros del Banco Popular, confirmaba a este periódico que ninguno de los clientes que se encontraban allí en ese momento se enteraron de nada. De hecho, fue una clienta quien le comentó después lo que había ocurrido. ¿Había alguien desconocido que pudiese resultar sospechoso en el bar antes del atraco? «A esa hora pasan muchos peregrinos», señalaba el dueño del establecimiento, quien tampoco percibió cualquier actitud de nerviosismo que pudiese aportar alguna pista a la investigación.
La sucursal del Banco Popular se ubica en la calle San Francisco, próxima a la N-120. Parece lógico por tanto que el atracador eligiese este lugar por la facilidad que ofrece este enclave para la huida a diferencia de la gran mayoría de oficinas bancarias que se encuentran en el entorno de la Plaza Mayor. Lo que sí pudo dejar al azar fue la elección del banco, dado que en esa misma calle también hay una sucursal de Caja Viva.
El de ayer es el segundo atraco en la provincia en menos de un año. El pasado mes de julio, un hombre se llevó 500 euros en la oficina de Correos de Medina de Pomar poco antes de las 10 de la mañana. Llevaba un buzo oscuro, una máscara blanca para tapar su rostro y también se valió de una pistola para amedrentar a los empleados y salirse con la suya.