La aduana internacional de Beni Enzar, el principal paso fronterizo entre Melilla y la provincia marroquí de Nador, ha permanecido cerrada durante más de dos horas a causa de un nuevo intento de entrada a la ciudad autónoma, en este caso el de un grupo formado por cerca de 400 inmigrantes de origen subsahariano.
La acción se inició en torno a las 5.30 horas a escasos metros de Beni Enzar, ubicado al sur de la ciudad autónoma. Varios centenares de jóvenes subsaharianos, en su mayoría cameruneses, intentaron entrar a Melilla a través las cuatro vallas metálicas de más de seis metros de altura que separan ambos países. En su intento por llegar al vallado los inmigrantes protagonizaron ya un primer enfrentamiento a pedradas con las fuerzas auxiliares marroquíes que, en un determinado momento y al verse desbordadas, tuvieron que ser auxiliadas por la Guardia Civil.
La mitad del grupo consiguió introducirse en el entrevallado. Allí donde muchos de los inmigrantes se encaramaron al obstáculo en su intento por acceder a suelo español. No obstante, ell fuerte despliegue de las unidades de frontera de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla y de la Agrupación de Reserva y Seguridad impidieron que ningún subsahariano lograse finalmente entrar en España.
Tras un tiempo de resistencia, los inmigrantes fueron poco a poco desistiendo en su intento y el último descendió de la valla pasadas las 7.00 horas de la mañana. Todos fueron devueltos a Marruecos y entregados a las fuerzas auxiliares del reino alauí.
El salto de hoy es el segundo que se produce en lo que va de año, tras un mes de enero bastante tranquilo en comparación con el pasado año 2014. Desde el pasado día 9 sólo se han registrado avistamientos de grupos numerosos de inmigrantes, pero que en ningún caso se han acercado ni han llegado al perímetro fronterizo melillense.