La Guardia Urbana de Barcelona ha intervenido en nueve establecimientos alimentarios de la capital catalana, entre ellos hoteles, locales de comida rápida, restaurantes y pequeños supermercados, un total de 764 kilos de alimentos en mal estado que iban a ser utilizados para servir a los clientes.
En rueda de prensa, el intendente Carles Reyner ha explicado que la Guardia Urbana de Barcelona inspeccionó en marzo pasado un total de 51 establecimientos alimentarios de la capital catalana y que nueve de ellos han sido cerrados temporalmente por el mal estado de los alimentos que iban a servir a los clientes o por sus condiciones higiénicas.
En total, los agentes de la Urbana intervinieron, en sólo once días, en los que desarrollaron la «Operació Rebost», un total de 764 kilos de alimentos en mal estado en estos nueve locales, principalmente porque estaban caducados y debido a su mal estado de conservación, ya que se había roto la cadena del frío, estaban envasados sin las condiciones sanitarias necesarias y por las malas condiciones higiénicas de su conservación.
Estos nueve locales han sido cerrados temporalmente por la Agencia de Salud Pública de Barcelona y sólo podrán reabrir cuando subsanen las deficiencias de conservación necesarias, lo que ya ha ocurrido con un par de establecimientos, a los que ahora se hará un seguimiento para comprobar que cumplen lo acordado.
Los locales en los que se han intervenido los alimentos son restaurantes, hoteles, fruterías, panaderías, establecimientos que sirven comida rápida y pequeños supermercados de barrio.
Además, en el marco de las 51 inspecciones efectuadas, la Guardia Urbana ha interpuesto un total de 130 denuncias por infracciones administrativas, como no disponer de hoja de reclamaciones, no adecuarse la actividad del local a su licencia, la insuficiencia o mal estado de los equipos antiincendios, o falta de higiene, entre otros.
Reyner ha asegurado que no bajarán la guardia para detectar estos casos, si bien ha destacado que en esta ocasión ha habido un descenso de infracciones detectadas respecto a las dos redadas que llevaron a cabo en 2012 (57 locales, 237 denuncias, 658 kilos) y 2013 (50 locales, 181 denuncias y 2.234 kilos).
La elección de los locales se ha hecho en base a las denuncias recibidas por la policía administrativa, así como por la propia observación de las patrullas ciudadanas de la Guardia Urbana.
Una vez seleccionados los objetivos, la Guardia Urbana los inspeccionó durante una semana del pasado mes de marzo, en una media de cinco establecimientos alimentarios por distrito. Los 764 kilos de alimentos intervenidos ya han sido destruidos.