Dos guardias civiles resultaron heridos la noche del jueves en una reyerta entre dos clanes rumanos ocurrida a las puertas del cuartel del instituto armado en Cantillana. La trifulca acabó con 11 personas detenidas, algunas de las cuales sufrieron lesiones graves y se encuentran hospitalizadas bajo custodia policial. Por su parte, los dos guardias civiles han tenido que ser dados de baja con fuertes contusiones y hematomas productos de los golpes que recibieron. A uno de los agentes le intentaron clavar el palo de una sombrilla, que afortunadamente tenía la punta roma y sólo le generó una fuerte contusión y no una herida abierta.
Los hechos ocurrieron minutos antes de las diez de la noche en la puerta del cuartel, situado en la carretera de la estación. Los dos agentes que prestaban servicio de noche llegaron al cuartel sobre las diez menos veinte de la noche. Cuando llegaban, se encontraron en la puerta un grupo numeroso de rumanos que aguardaba para presentar una denuncia contra el clan rival, por unas presuntas amenazas graves. Los agentes hablaron con ellos y les indicaron que iban a cambiarse y ponerse el uniforme, y que los atenderían en unos minutos.
Mientras se cambiaban se generó una trifulca en la calle, a la que llegaron miembros del grupo enemigo armados con palos con pinchos en sus extremos, barras de hierro, una catana y hasta una pistola simulada. En total participaron más de veinte personas en la riña. Entre ellas había hombres y mujeres, alguna de las cuales estaba embarazada.Los dos guardias intentaron poner orden, pero varias de las personas que allí se encontraban terminaron atacando a los agentes. Los guardias sacaron sus defensas, pero los rumanos se las quitaron. Viendo que eran dos contra una multitud, los funcionarios decidieron no sacar el arma reglamentaria, ante el riesgo de que pudieran ser desarmados por los participantes en la reyerta.
Los guardias solicitaron refuerzos y acudieron varias patrullas de los pueblos cercanos, como Tocina, así como un guardia del puesto de Cantillana que estaba libre de servicio, que controlaron la situación. Luego llegaron el jefe de la unidad y varias patrullas de diferentes puestos y un grupo de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic), que terminaron deteniendo a 11 de los contendientes. Los dos guardias heridos fueron atendidos en el centro de salud de la localidad.
Los dos clanes han tenido varios enfrentamientos anteriores en Cantillana, donde la mayoría de sus miembros residen en unos pisos que no se terminaron y que fueron ocupados ilegalmente. Algunas fuentes apuntaron que ambas familias están enfrentadas desde que coincidieron hace unos años en Barcelona.
En sucesos como éste se nota especialmente la falta de personal que padece la plantilla de la Guardia Civil en Sevilla, que ha sido denunciada este mismo verano por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). «La falta de efectivos prolongó la agonía de los compañeros durante al menos veinte minutos», denunciaron ayer desde esta asociación, que recientemente informó de que este verano faltan casi mil agentes en la provincia de Sevilla.