Las investigaciones comenzaron a finales del mes de marzo, cuando los agentes detectaron un inmueble que tenía en una de las habitaciones aparatos de aire acondicionado que estaban funcionando constantemente y del que emanaba un fuerte olor a marihuana.
Tras tener conocimiento de la existencia de un punto de cultivo de droga, los agentes del Grupo de Pequeño Tráfico de la Policía Nacional de Granada establecieron diferentes dispositivos policiales.
La operación culminó con la práctica de un registro domiciliario cuyo resultado fue la desmantelación de un invernadero de interior y la intervención de 90 plantas de marihuana; así como de diverso utillaje, productos fitosanitarios, como estimulantes y aceleradores para el crecimiento, pulverizadores de líquidos y herramientas para la plantación y cultivo de las plantas.
También se intervinieron dos armas blancas, un bastón-estoque y un machete de grandes dimensiones.
El detenido fue trasladado a dependencias policiales por estos hechos y puesto posteriormente a disposición judicial.