La Policía de la Generalitat ha detenido en una frutería de Valencia a dos personas como presuntas autoras de un delito de receptación al haber comprado cien kilos de mandarinas susceptibles de haber sido sustraídas.
Esta actuación se enmarca dentro de las campañas periódicas de la Policía autonómica de control de trazabilidad de productos hortofrutícolas, cuyo objetivo es dificultar los hurtos y apropiaciones indebidas en el campo y asegurar la debida calidad de los mismos al consumidor.
Según un comunicado de la Generalitat, los hechos sucedieron cuando un agente de servicio observó cómo tres individuos descargaban mandarinas que se encontraban esparcidas por el suelo y maletero de un vehículo y las acumulaban en un estante de la frutería.
El aspecto de la fruta (sin tallo), junto con la falta de higiene, alertó al agente quien solicitó factura del género sin que los hombres pudieran aportarla.
Tras la inspección del establecimiento, que carecía de los requisitos legales y la documentación para su funcionamiento, el género fue intervenido y se procedió a la detención de dos personas, ambas de origen extranjero.
En la última campaña de inspecciones de fruterías en Valencia, se inspeccionaron 310 establecimientos, de lo que diez eran ilegales y 163 con irregularidades, se identificó a 262 personas y 112 vehículos y se detuvo a otras dos personas.