La Policía Nacional detuvo el pasado 11 de febrero a un ciudadano boliviano como presunto autor de una violación cometida en mayo de 2015. La agresión sexual se produjo junto al muro del cementerio de San Fernando, después de que el agresor siguiera a la víctima durante aproximadamente un kilómetro. Un resto de ADN que el agresor dejó en la escena de la violación ha permitido a la Policía identificarlo y detenerlo, casi un año después. El juez ha decretado ya su ingreso en prisión preventiva.
Los hechos ocurrieron el 8 de mayo de 2015, sobre la una y cuarto de la madrugada. La víctima, una joven de 33 años, se acababa de despedir de una amiga junto al Hospital Virgen Macarena y emprendió la marcha para regresar a pie a su casa, en San Jerónimo. La mujer se dirigió hacia su barrio por la avenida Doctor Fedriani. Durante todo este trayecto fue seguida por su agresor. Cuando llegó al cementerio, una vez pasada la puerta, el sospechoso la abordó junto al muro del camposanto y la agarró fuertemente por el cuello hasta dejarla mareada por la falta de aire. Luego la empujó y la tiró al suelo contra unos arbustos.
Una vez en el suelo, y amenazándola de muerte, le registró los bolsillos del pantalón en busca de dinero y objetos de valor. Le robó el teléfono móvil y luego la violó, aprovechando que en ese momento no pasaba nadie por la calle. Cuando terminó, comprobó que la mujer no llevaba dinero y lanzó el teléfono móvil al suelo. Después, huyó.
La mujer fue atendida en el hospital Virgen Macarena. Nada más tener conocimiento de los hechos, los agentes del Servicio de Atención a la Mujer (SAM) de la Policía Nacional activaron el protocolo que siguen para investigar este tipo de delitos. En un primer momento recogieron muestras biológicas en el lugar donde ocurrió la agresión, y lograron recuperar un resto del que obtuvieron un perfil de ADN anónimo. Es decir, que pertenecía a una persona que no había sido detenida previamente ni su perfil biológico figuraba en los archivos policiales.
Después se entrevistaron con la víctima para tratar de obtener una descripción más o menos fiable del autor de la agresión. La mujer lo describió desde el principio como sudamericano, con los rasgos muy marcados. Los investigadores empezaron a moverse por la zona del Cerezo y los barrios del distrito Macarena en los que hay una mayor presencia de sudamericanos. Tras varios meses de investigación, los agentes identificaron a un individuo que podía ser el autor de la agresión. El día 11 de febrero, la Policía detuvo a este hombre, de 36 años, como presunto autor de un delito de agresión sexual y otro de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa. En las dependencias policiales le tomaron una muestra de ADN, que fue cotejada con la obtenida en el lugar de la agresión. Ambos perfiles coincidían. Se trata del tercer agresor sexual detenido en Sevilla en lo que va de año.