Sobre las 21:40 horas del pasado día 16, el responsable de un bar del núcleo caleño avisó a la Jefatura de la Policía Local de que uno de sus clientes estaba muy alterado y generando malestar entre el resto de parroquianos. Por eso, hasta allí se desplazó una patrulla policial que, efectivamente, confirmó la presencia de un joven, en evidente estado de embriaguez, que estaba muy inquieto y gritando continuamente.
Ante esto, los policías le invitaron a abandonar el local, a lo que el individuo se resistió dando empujones a los agentes, e incluso, insultándolos. Finalmente, consiguieron sacarlo del bar y le pidieron que se sentara en unos escalones cercanos al mismo para que se tranquilizara y pudieran identificarlo.
Entonces, los funcionarios pudieron saber que se trataba de A. G. S., nacido en 1991, con domicilio en Madrid y que estaba pasando unos días en una casa de su familia en la zona de La Cala. Viendo que el retenido seguía en actitud nerviosa, los policías decidieron llamar a su padre, que en pocos minutos se presentó en el lugar donde estaba su hijo con los agentes.
Sien embargo, lejos de calmar al joven, este recrudeció su actitud y comenzó a insultar y empujar de nuevo a los funcionarios del orden. De hecho, en un momento, este propinó un puñetazo a uno de los policías en la cara y cayó al suelo tras intentar otro nuevo puñetazo. Fruto de esta caída, A. G. S. se golpeó la cara contra el suelo, haciéndose una herida leve en una de sus cejas.
Por todo ello, los funcionarios lo trasladaron a un centro de salud cercano, para que fuera tratado del golpe, y procedieron a detenerlo acusado de cometer un presunto delito de resistencia y atentado contra la Autoridad.
