Una brasileña de 62 años fue detenida por agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de la Policía Nacional al detectar que residía de forma irregular en España y que había ocupado un piso en la calle Clara Campoamor de la ciudad, en el parque Barbaña, y lo utilizaba como casa de citas. A la mujer le fue incoado un expediente administrativo que conllevará la expulsión del territorio nacional.
La detención se produjo dentro de una investigación que iniciaron los agentes el pasado mes de julio, después de que varios vecinos del inmueble denunciaran que una de las viviendas, situada encima de la sede de la Policía Autonómica, estaba siendo utilizada para ejercer la prostitución. Los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia en torno a la vivienda, que dio fruto el pasado día 24 con la entrada en el piso, en el que identificaron a siete personas, cuatro varones y tres mujeres, de las cuales una, la mujer brasileña, no disponía de documentos que acreditasen su residencia de forma legal en España.
Los agentes de Extranjería recabaron información a este respeto en Cáritas, donde detectaron, según fuentes policiales, que muchas inmigrantes ilegales optan por ejercer la prostitución en pisos, bien por voluntad propia o por indicaciones de organizaciones criminales que se dedican a tráfico de seres humanos para su explotación sexual. Después suelen ofrecer sus servicios en páginas de internet.
La prostitución se desplazó a los pisos, según los datos que maneja la Policía Nacional, para burlar los controles de los agentes de Extranjería, al ampararse en la protección jurídica de un domicilio. Sostienen que la situación es fruto de la vigilancia que vienen realizando con éxito en los bares de alterne.