Un juzgado de San Sebastián ha condenado por conducir bajo la influencia de estupefacientes a un hombre que, entre otras infracciones de tráfico, adelantó a dos coches patrulla de la Ertzaintza en un lugar prohibido y que, al ser identificado por los agentes, aún tenía «restos de polvo blanco en los orificios nasales», según la sentencia del caso.
Los hechos ocurrieron sobre las 7.50 del 6 de julio de 2012, cuando el procesado conducía un turismo por la autopista AP-8 tras haber consumido anfetaminas «en cantidad suficiente para mermar sus capacidades psicofísicas».
La resolución judicial precisa que el hombre conducía en zigzag y efectuaba distintos cambios de carril, tras lo que adelantó a dos patrullas de la Ertzaintza a pesar de que esa maniobra se encontraba prohibida por la señalización vertical.
Posteriormente, el procesado frenó «bruscamente» al comprobar la existencia de un radar, lo que obligó a los vehículos policiales que le seguían a frenar repentinamente para evitar chocar con el coche del imputado.
El fallo explica que el encausado presentaba «síntomas de encontrarse bajo la influencia de sustancias estupefacientes» como «estado de nerviosismo y excitación, pupilas dilatadas, movimientos tambaleantes, pobre capacidad de comprensión y dificultad en el habla» además de presentar «restos de polvo blanco en los orificios nasales». La sentencia considera que estos hechos son constitutivos de un delito contra la seguridad vial por el que impone al hombre una pena de un año y cuatro meses y le priva del derecho a conducir durante dos años.
Fuente: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/12/03/paisvasco/1386096317_721300.html