Una investigación conjunta de la Policía Nacional, la OCRIEST de Francia y el SEF de Portugal, en colaboración con las policías de Italia, Alemania, Dinamarca, Bélgica y Reino Unido, ha permitido desarticular una amplia red dedicada a introducir ilegalmente en Europa a ciudadanos del sur de Asia. La organización introducía clandestinamente a ciudadanos de Pakistán, India y Sri Lanka desde África a Lisboa, ocultos en contenedores de mercancías en buques. Desde Portugal distribuían a los inmigrantes hasta sus destinos finales en Bélgica, Alemania, Dinamarca o Suiza. Hay un total de 18 personas detenidas -11 en Francia y 7 en Portugal- la mayoría de origen pakistaní.
Red con presencia en varios países de la UE
Las primeras averiguaciones comenzaron en diciembre de 2012, cuando se tuvo conocimiento de la existencia de una compleja organización dedicada al favorecimiento de la inmigración ilegal en Europa. Los miembros del grupo, en su mayoría ciudadanos de origen pakistaní, tenían su base de operaciones en París y contaban con delegaciones en multitud de países, además de en los lugares de origen de los inmigrantes.
La trama captaba en sus países de procedencia a personas interesadas en venir a Europa. Después los desplazaban hasta África custodiados por alguno de sus miembros y los introducían en buques mercantes, escondidos en el interior de contenedores, para llevarlos hasta Portugal. Una vez allí, los inmigrantes eran desplazados por carretera cruzando España hasta distintos estados de la Unión Europea.
Taxistas freeland
Una vez en Portugal, partían desde Lisboa en turismos particulares conducidos por taxistas freeland formando convoyes. Para atravesar la Península utilizaban dos itinerarios; el primero pasaba por San Sebastián concluyendo en París, y desde la capital gala eran conducidos hasta sus destinos finales en Bélgica, Alemania o Dinamarca. El segundo camino pasaba por Madrid y Barcelona, y desde allí hasta otro de los destinos finales de los inmigrantes, Suiza.
Tras meses de investigaciones y gracias a la cooperación policial internacional, se logró detener a 18 personas en Francia y en Portugal, 14 de ellos de nacionalidad pakistaní. También se efectuaron diversos registros domiciliarios y comerciales en Portugal y Francia, incautándose 33.000 euros en efectivo, numerosos soportes informáticos, varios teléfonos móviles, 11 turismos y documentación que está siendo analizada por expertos -pasaportes, contratos de trabajo, documentos de Seguridad Social, permisos de residencia y billetes de identidad de extranjeros-.
La investigación, que aún continúa abierta en algunos países, ha sido llevada a cabo por agentes adscritos al Grupo I de la Brigada Central de Falsedades Documentales de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, los servicios policiales de la OCRIEST de la Policía Nacional Francesa y el SEF de Portugal. Además han participado los servicios policiales de Italia, Alemania, Bélgica, Reino Unido y Dinamarca, todos ellos bajo la coordinación de EUROPOL.