El guarda de seguridad del Parlamento de Galicia que denunció a la diputada Beatriz Sestayo por un presunto intento de atropello compareció ayer ante el juez José Antonio Vázquez Taín, asistido por un abogado de la empresa Eulen, con el fin de ratificar la acusación contra la parlamentaria socialista que formuló hace quince días en la comisaría de Santiago. Pero no pudo hacerlo. El acto de ratificación de la denuncia, preceptivo para abrir las diligencias judiciales, fue aplazado temporalmente a petición del abogado de Sestayo, que solicitó más tiempo para estudiar los hechos descritos en el atestado e intentar llegar a un arreglo con el vigilante con el fin de evitar la apertura de una causa judicial.
Ante el juez Taín comparecieron ayer tanto el guarda de seguridad como su abogado, llegado desde A Coruña, así como el letrado Ramón García Seara, en representación de la diputada socialista. No lo hizo, en cambio, un tercer convocado. Se trata del agente de la Policía Autonómica señalado como testigo del incidente mantenido por Sestayo con el vigilante del aparcamiento del Parlamento, que desembocó en el intento de atropello presuntamente cometido por la diputada. Al parecer, el citado policía está de viaje de novios fuera de España y no estará de regreso hasta el mes de diciembre.
El abogado de Sestayo se aferró a la incomparecencia de este testigo y a que «no hubo una notificación de la denuncia», declaró a la salida de los juzgados, para pedir la suspensión del acto de ratificación. «Lo que pidieron es tiempo para estudiar la denuncia», mantuvo a su vez el abogado del grupo Eulen, que dijo estar a la espera de que el juez fije una nueva fecha para llevar a cabo la ratificación.
Arreglo amistoso
En todo caso, ahora se abre un tiempo muerto que el abogado de la parlamentaria ferrolana aprovechará para intentar llegar a un arreglo con el guarda de seguridad, que evite la judicialización del altercado mantenido con Beatriz Sestayo el pasado 29 de octubre, cuando intentó acceder con su vehículo al párking subterráneo del Parlamento. El vigilante le prohibió la entrada, cumpliendo instrucciones, al recordarle que tenía dentro otro coche estacionado de manera irregular desde hacía siete meses y que, según admitió la propia Sestayo, pertenece a su hija.
Fue entonces cuando la diputada intentó presuntamente sacarse al guarda de delante, intimidándolo con «pequeños acelerones» de su coche. Al ver que aun así no se le levantaba la barrera para entrar al aparcamiento, la diputada abandonó el automóvil con las llaves puestas en medio de la entrada, bloqueándola durante media hora, hasta que una trabajadora del grupo parlamentario del PSdeG fue a retirarlo.
Beatriz Sestayo, que ha eludido desde entonces las explicaciones públicas sobre el incidente y la petición de disculpas al guarda, desatendió ayer hasta tres peticiones de este periódico para valorar el aplazamiento de la ratificación de la denuncia contra ella. Y lo mismo hizo el vigilante, que se remite insistentemente a lo que describió ante la Policía Nacional en su denuncia.
«Non levo o coche do meu fillo»
Pero sí se pronunciaron sobre el incidente los máximos responsables del PP y el PSdeG. El secretario general de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro, volvió a eludir -y van ya tres veces- respaldar expresamente a la diputada de su grupo, al alegar que el asunto «está en sede xudicial» y no quiere «interferir» en su tramitación. Y ante los periodistas que le preguntaban si avalaba el comportamiento y la actitud de la diputada ferrolana, Besteiro insistió varias veces en que «eu non estou no Parlamento», antes de subrayar: «Eu non levo o coche do meu fillo á Deputación».
El presidente de la Xunta y líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijoo, lamentó ayer el incidente y dijo que, en lo que a su partido corresponde, «non nos sentimos representados pola actitude desta deputada nin pola actitude do seu grupo parlamentario». En declaraciones recogidas por Manuel Cheda, Feijoo abundó que «o único reproche que escoitei no PSOE é un reproche contra o Parlamento por cumprir a lei» y cuestionó que no se dirijan esos reproches hacia la actitud de la diputada.