Los recortes presupuestarios en todos los sectores públicos han afectado de forma muy directa a los servicios de seguridad que las fuerzas y cuerpo del Estado llevan a cabo en todo el territorio nacional. Cada vez hay menos agentes -no se remplazan todas las jubilaciones-, realizan menos patrullas y las que siguen adelante tienen menos alcance y duración.
Aunque no se han impuesto grandes restricciones a la hora de llenar los depósitos de los coches patrulla, sí se ha limitado el uso de vehículos de alta gama. «Son los que se suelen utilizar en operaciones especiales, como las investigaciones en materia de drogas en las que es necesario seguir de incógnito a un sospechoso», asegura Gonzalo de Miguel, secretario de organización del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Aragón.
«Es el único asunto en que sí se han recibido instrucciones concretas referidas al combustible», apunta de Miguel. En el ahorro que se está percibiendo «influye más la no reposición de agentes jubilados, que repercute en menos patrullas, menos kilómetros recorridos y un peor servicio al ciudadano», añade.
El secretario de organización del SUP recuerda que, en estos momentos, «en la escuela de la Policía Nacional en Ávila sólo hay un centenar de futuros agentes, mientras que solo en la provincia de Zaragoza será necesario reponer ese volumen de trabajadores».
La factura de Interior en combustible desde 2011 hasta este año arroja una variación a la baja del 21% en la Comunidad. Solo en el último año el desembolso se ha reducido en 200.000 euros, según se desprende de los datos de Interior en diferentes respuestas parlamentarias.
Mil patrullas menos de la Benemérita
La falta de medios materiales y humanos es un problema que afecta especialmente a las zonas rurales de Aragón, donde opera la Guardia Civil y donde a lo largo del último lustro se han disparado los asaltos en fincas y extensiones agrícolas y ganaderas.
Sólo entre 2012 y 2013, la reducción de efectivos en Aragón ha supuesto la realización de mil patrullas menos (39.152 en el primer año de referencia y 38.129 en el segundo) y 200.714 kilómetros menos recorridos (en 2012, los cuentakilómetros de la Benemérita sumaron un total de 9.738.779 kilómetros por los 9.538.065 de 2013).
«Lo que vemos ahora es la consecuencia directa de la mínima reposición de personal», explican desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Aragón, donde hacen especial hincapié en «la pérdida de más de mil efectivos cada año, y desde 2010, en todo el territorio nacional», algo que «lastra y dificulta» la normal actividad de la Benemérita.