Adiós multitudinario y emotivo a Jorge García Tudela y el policía Isidro Gabino Sannartín, los ya conocidos como «héroes de Kabul». Centenares de compañeros de los dos fallecidos se dan cita en la Plaza de las Provincias del Complejo de Policía de Canillas en Madrid, verdadero corazón operativo del cuerpo, en el funeral por los dos funcionarios asesinados en Afganistán el pasado viernes, que presiden los Reyes. Ha sido precisamente Felipe VI quien ha impuesto la Medalla de Oro de la Policía Nacional a los dos fallecidos en acto de servicio.
A las exequias también asisten el presidente del Gobierno y los candidatos a la presidencia Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Andrés Herzog, que suspendieron sus actos de campaña electoral para participar en la ceremonia. Decenas de ciudadanos, que no han podido acceder al centro policial, han querido mostrar su cariño a los dos agentes caídos desde el exterior del recinto.
Antes del funeral, que ha comenzado con unos minutos de retraso, don Felipe y doña Letizia han arropado a las familias de los dos funcionarios, entre ellos viudas, hermanos, padres e hijos de Jorge García Tudela y el policía Isidro Gabino San Martín. Junto a las familias se han colado compañeros de los dos fallecidos venidos desde León y Granada.
Los restos de los dos policiales, portados a hombros por sus compañeros y escoltados por miembros de la UIP (UIP, antidisturbios), llegaron a las 16.15 horas a Canillas, envueltos en las banderas de España.
Varios policías portan el cuerpo de los fallecidos.
Los reyes consuelan a los familiares de los fallecidos. (Fotos: Reuters)
Imagen del acto religioso, este martes.
El Airbus con los restos mortales del subinspector Jorge García Tudela y el policía Isidro Gabino San Martín ha aterrizado a las 11.30 horas en la base militar de Torrejón de Ardoz. El aparato llegó con cerca de tres horas de retraso debido a razones técnicas, según explicaron fuentes de Interior.
Los cuerpos de los dos agentes asesinados el viernes en el ataque talibán en la Embajada española en Kabul fueron recibidos, entre otras autoridades, por el ministro del Interior, Jorge Fernández, quien mantuvo un encuentro en la terminal con las familias de los dos fallecidos, quienes también aguardaban en Torrejón la llegada de los cuerpos de los agentes. También la Junta de Gobierno en pleno del Cuerpo Nacional de Policía y la directora general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Sonia Ramos, se desplazaron hasta el aeródromo militar.
Los cuerpos de los fallecidos, a su llegada a España.
Los compañeros de los fallecidos, a su llegada al aeropuerto.
En el avión también regresaron los siete policías que sobrevivieron al atentado y que, junto con San Martín y García Tudela, componían el equipo de seguridad de la legación diplomática española en el país asiático. En el aparato, además, viajaban el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, y el comisario responsable de la Dirección de Cooperación del cuerpo, Mariano Simancas.
En el Airbus que ha viajado a Kabul viajaba el relevo de seguridad que, a partir de ahora, se hará cargo de la protección de la Embajada española en Afganistán. Este equipo está formado por siete agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO), tres miembros destinados en las Unidades de Intervención Policial (UIP, antidisturbios) y un policía que ya formaba parte del equipo de seguridad y se encontraba de permiso durante estos días.
El Rey, junto a los féretros de los fallecidos.
La Policía despide con honores a sus «héroes de Kabul»
Sobre el atentado, los talibanes negaron ayer que la embajada fuese el objetivo del ataque lanzado contra una vivienda anexa, una casa de húespedes que era utilizada «por americanos y británicos» para intercambiar información de inteligencia. «España es uno de los países invasores y sus soldados están luchando en nuestro país, por lo que están entre los objetivos. Pero particularmente este ataque no estaba planeado ni fue perpetrado contra la embajada o sus diplomáticos», aseguró el portavoz talibán Zabihullah Mujahid en la red social Twitter.
Agregó que «si ahora los españoles están conectando la casa de huéspedes con su embajada es cosa suya», e insistió en que su grupo atacó el edificio «bajo el nombre de una casa de huéspedes utilizada por espías de varios países invasores». Según el portavoz talibán, los «espías» extranjeros usaban la casa, situada «al lado» de la embajada española, para hacer «planes».
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, recordó este lunes que los insurgentes reivindicaron que el objetivo de su acción era la casa de huéspedes, situada al lado de la embajada en Kabul, y que también las autoridades afganas «se han referido en todo momento» a un ataque contra esta vivienda.
El portavoz del Ministerio de Interior afgano, Sediq Sediqqi, confirmó que en el edificio de la embajada «directamente» asaltado residían los «guardias» de la misión diplomática y que las «partes de la legación donde se hospedaban el embajador, su número dos y los diplomáticos no fueron atacadas».
El ataque comenzó en la tarde del pasado viernes con la explosión de un coche-bomba, a la que siguió un asalto y un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad que se prolongó hasta primera hora de la mañana siguiente. Dos policías españoles, cuatro agentes afganos, dos civiles y los cuatro atacantes perecieron en la acción. Los primeros probablemente por la onda expansiva de la explosión.
Los reyes consuelan a los familiares de los fallecidos.
Las gorras de los agentes fallecidos en manos de sus compañeros.
Honores para los ‘héroes de Kabul’.
Imagen del funeral de Estado. (Fotos: Reuters)
Medalla de Oro de la Policía Nacional a los fallecidos.
El Rey, en el momento de imponer una de las medallas.
Varios policías portando el cuerpo de sus compañeros.